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La LUCHA por un BREVETE

Cualquier parecido con la realidad es PURA COINCIDENCIA 


Después de pasar favorablemente el examen médico y el de reglas de cara a obtener el ansiado brevete, Lee Hazañero, comprendió a causa de la experiencia de amigos, que le faltaba el examen más complicado: el de manejo.





Lee había tenido 12 horas de prácticas de manejo, en el carro de la Escuela METEORO,  guiado por un mofletudo instructor de nombre MANOLO, quien le dijo, al cumplirse su ULTIMA HORA de entrenamiento, que YA ESTABA LISTO para enfrentarse al circuito del touring.

MANOLO mentía. Lee había demostrado ser impreciso en las curvas. Muchas  veces con LAS LLANTAS DEL CARRO de práctica, había pisado la vereda, había girado el timón antes de tiempo; a veces después, resultando en el carril contrario, también se estacionaba paralela o diagonalmente de manera inadecuada, sacando canas y arrugas al instructor, que en sus adentros retenía un impulso violento, que solo en la duodécima clase, lo disparo, exclamando: "ESTA LISTO VARÓN, VE NUMAS AL TOURING,  Y DEJAME EN PAZ...POR FAVOR”.

Lee se retiro impotente, frustrado, hecho un estiércol con patas. Así se sentía por haber atentado un sinnúmero de veces "sin querer" con la vida del instructor, al estar frente al volante.

EN UNA OPORTUNIDAD Lee se sentía muy seguro en el carro de la empresa METEORO, puso en primera, llego a los 40 KM, se paso la luz roja del semáforo, de pronto se cruzo un camión de basura, y Manolo lanzo un grito "AY NOOO". Menos mal que el novato conductor se acordó del freno y lo piso a tiempo. Una vez, quieto el auto, se quedo mirando a su guía que  levanto la ceja derecha, paso saliva, respiro hondo, engroso su voz, y hablo como para sí: "Recuerda que tengo hijos, no soy lo que parece".

El siguiente incidente, que “sin querer” cometió Lee, en el que casi mata al instructor, fue cuando paso con desproporcionada velocidad por un rompe muelle de tres centímetros, y en el que Manolo salió disparado por la puerta lateral. El principiante freno en seco y miro el rostro enfurecido de Manolo y en el intento de defenderse de la agresión que presentía venir,  por parte del furibundo hombre caído en el frio y rocoso suelo, Hazañero argumento: "¡fue tu culpa!, no tenias puesto el cinturón de seguridad, y tenias la puerta mal cerrada".

Ante todos los antecedentes mencionados, Lee se sentía inmensamente inseguro, de pasar victorioso las pruebas que seguro encontraría en la pista del Touring.

Un día, en que Lee Hazañero, salía feliz del edificio central del Touring Club, por haber aprobado el examen de reglas, se le cruzaron abrumadoramente unos señores que  aseguraron que si les daba cierta cantidad de dinero, ellos se encargarían de que obtuviera rápidamente el brevete.

- Ey hijo si me bajas 300 lucas, muevo a la gente del circuito de conchan para que te aprueben el examen de manejo. Decía uno.

- Muchacho dame 250 soles y el brevete es tuyo...ah pero si ya has pasado la prueba médica y de reglas, dame 200 nada más. Mañana haces acto de presencia y así manejes mal, tendrá el brevete. Decía otro.

- Amigo juégate 180 soles, y ten por seguro que mañana mismito, tienes la licencia de conducir. Decía un tercero.

Estos señores que prometen hacerte pasar toda prueba rumbo al ansiado brevete son conocidos como "tramitadores".  Pululan afanosamente no solo por los umbrales  del edificio central del Touring Club, ubicado  en  la Av. Trinidad Morán 698 en el distrito de Lince; sino también por los alrededores de Conchan. Lee casi acepta los servicios de uno de ellos, pero lo descarto ante la insistencia opresora de muchas voces que le ofrecían lo mismo. Algunos con  torpe persistencia, haciendo desconfiar al cauto y suspicaz joven.

Pero nada es perfecto. Ni Lee. Su mente le jugo sucio, se torno confundió y se hizo la pregunta ¿Realmente te sientes preparado para enfrentarte al monstruoso circuito del touring, donde muchas almas han sido eliminadas de toda posibilidad de manejar carro, limitándose solo a la bicicleta?. Fue entonces que Hazañero miro ansioso a un tramitador. Este al leer la mirada de Lee lo llevo inmediatamente ante  el supuesto encargado de hacer las roñas, movidas, y jugadas para la obtención del documento y asi poder conducir.

Estaba en un auto azul intenso. Sentado frente al volante. Fumaba un cigarro con suma tranquilidad. Era blanquiñoso, de cabello semiondulado color castaño, ojos verde limón y dijo llamarse Fer.

- Así que te urge sacar el brevete ¿no?
- Sí, señor
- Dime numas Fer. Y sabes yo puedo ayudarte a conseguir lo que deseas.
- ¡Ohhh¡
- Si, no te sorprendas. Mira acá tengo el Certificado de prueba de la hija de una ministra y acá hay otro y otro, ¿Tienes el tuyo?
- Si
- A ver…
- Mire
- Aja, has aprobado dos exámenes. El medido y el de reglas, y solo te falta el de manejo. ¿Y qué tal manejas?.
- del uno al diez...cinco, creo.
- Yo puedo hacer de que saques un diez.
- Anda.
- si, en serio. ¿Sabes cómo?
- ¿Cómo?.
- Ya, pero tienes 450 soles
- ¡¿Qué?!
- Que si tienes 450 soles, para asi poder ayudarte a conseguir el brevete.
- Ah
- Sin plata no funciona la cosa, y te destinas a andar sin brevete por la vida.
- No, yo realmente deseo mi brevete. Pero lo que usted me pide es demasiado.
- Dejémoslo en 300
- Sigue siendo demasiado Fer.
- ya, ya ¿Cuanto tienes?
- solo 180
- Ya pásate de una vez
- ¿Qué?
- Mira cuñap la cosa funciona así. Tú me das el billete, yo me contacto con los veedores del circuito, les bajo su billete y ellos, asi tu te equivoques, se hacen los desentendidos y te aprueban.
- Ahhh, asi es la cosa.
- Si, haber de una vez, pásate los 180
- ¿Y si los veedores se hacen los desentendidos y no me aprueban? ¿Me devuelves mi dinero?
- Te van a aprobar hombre. ¿Por qué desconfías?

- Solo le daré después de que tenga mi carnet de manejo en esta mano que usted ve.

- Esta bien. Tu nombre es Lee ¿no? Haber dame tu número de casa, el móvil, y tu número de DNI. Mañana pasare a recogerte en…el grifo shira para llevarte junto a otros clientes a la pista a que rindas el examen. Solo vas a ser acto de presencia.

Hazañero entrego todo lo que Fer pedía. Se bajo de su auto y le dio la mano y le expreso sonriente: “Entonces, mañana tendré mi brevete, ¡yujua!”.

Como raras veces en la vida, Lee Hazañero despertó a las 5 y 30 de la mañana. Después de darse un baño con agua caliente y tomar un café más cargado de lo habitual, se enrumbo al lugar indicado por Fer.

Mientras lo esperaba en el grifo chira, el joven aspirante a conductor, leía en un kioso las  portadas siniestras de los diarios, por ratos se deleitaba con las prominentes nalgas de una y otra vedette, bailarina o bataclana.

Llego Fer en su auto azul. Adentro estaban cinco jóvenes con ojitos soñolientos pero llenos de esperanza.

- Lee sube de una buena vez, que no hay mucho tiempo. Todos deben tener su brevete hoy. Como ves acá hay unos clientes como tú. Te los presento. Ahí tienes a Cachaco, Cientifico, chica Boom y Maquina. Señores él es Lee. Todos le saludaron al unisonó. Hazañero subió al auto. La desconfianza se le había – de pronto – evaporado.


Al llegar a la altura del Km. 21.5 de la Carretera Panamericana, los jóvenes postulantes bajaron del auto, y siguieron en fila india a Fer. Ingresaron a una oficina de 15 m2, constituida con material rudimentario. Un hombre flaco y dentudo explicaba con una regla el correcto recorrido que tenían que hacer en el circuito.

- Escúchenme escúchenme ¡escúchenme!. A ustedes se les va dar, según su suerte, LA RUTA A O RUTA B. Ambas son fáciles, lo digo yo, que voy más de 20 años en este trabajo. Así que PONGAN ATENCIÓN los que van por la ruta A como los de la ruta B NO DEBEN OLVIDAR prender sus LUCES DIRECCIONALES, PASAR DESPACIO LA TROCHA, POSEER LA HABILIDAD DE RECORRER, PASANDO LOS BACHES, A UNA VELOCIDAD DE 30 A 35 KILOMETROS por hora, respetar las LUCES DE LOS SEMÁFOROS, dar una correcta y RÁPIDA VUELTA POR EL OVALO O ROTONDA. Si hacen todo lo indicado pasaran y tendrán lo que desean….¡suuuuuuu licencia de conducir!

- Pero como es eso – expreso de pronto KaKo, amigo de Lee y que al verse se sorprendieron y alegraron del facilismo que TENÍAN EN COMÚN, al querer conseguir algo – y digo esto, porque yo he pagado para solo hacer acto de presencia, y ahora usted me dice que hay que respetar las luces y correr a cierta velocidad y…

- Además – continúo el dientudo -  de que deben estacionarse bien, vertical y horizontalmente. Pero no te preocupes mi amigo, lo que he dicho, para su alegría, deben cumplirlo los que no han pagado, pero los que si han pagado solo deberán conocer su ruta, y respetar el semáforo, el resto déjenos por nuestra cuenta. Nosotros arreglamos el asunto.

En eso llamo Fer a Lee y le dijo: “Ya ves que no es cuento lo que te digo, ahora pásame los 180 soles”. Se lo paso y al rato le entrego una boleta donde certificaba la cantidad entregada y los servicios que se le ofrecería. Después se le llamo a Cachaco, chica Boom, Kako, científico y Maquina.

Luego de que toda la tropa de postulantes cancelo determinada cuota monetaria (Unos más que otros), se les traslado a un circuito, similar a la pista oficial, para que practiquen, hasta que el guía considere de que están aptos para el examen.

Mientras esperaban al carro que les vendría a recoger para la respectiva práctica, Cachaco decía a la tropa.

- Si estos cojudos me hacen el cuento del brevete, los quemo en whan.
Científico manifestó apacible:
- Lo racional es que si hemos dado dinero se nos devuelva con el servicio…
Y KaKo manifestó de manera súbita
- Lo que no significa que ese servicio, sea necesariamente lo que nos han prometido.
La chica Boom, se sobresalto
- Tengan fe chicos, y no hablen como si las cosas no van a salir bien. Ya que si yo no lo hago, es decir si no tengo el brevete, voy perder un carro que se me prometió en la empresa de tanques donde trabajo.
Lee puntualizo
- Pero si no tenemos el brevete como se nos prometió, seguiremos la idea de cachaco. Los quemamos en whan.
Llego el auto de cada postulante con su respectivo instructor, y practicaron hasta sentirse “en algo” seguros.




Lee junto a sus amigos  - eso de las 11 de la mañana - hizo la cola para ingresar al centro de exámenes. Una vez adentro, observo la inmensidad del club, construido en un área de 34000 m2. Compuesta por dos circuitos de manejo, una playa de estacionamiento, áreas administrativas, áreas operativas, centros médicos y oficinas para el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Había muchísimas personas, algunas de ellas, salían de la pista de examen con el rostro desencajado, el cuerpo gacho y con lágrimas en los ojos. Cachaco comenzó a exaltarse y la chica Boom pego un grito cuando vio a Kako que salía muy triste diciendo:

- ¡Nos engañaron señores, nos engañaron! Fui a dar el examen. Y De casualidad me pase de la ruta A a la ruta B y me han descalificado  - Miro al cielo y expreso rabioso - ¡¿Dónde está la promesa de los tramitadores?!. ¡¿Dónde está?!. Y salió del establecimiento dando de patadas al aire.
La chica Boom miro a Científico. Científico miro a Lee. Lee miro a cachaco y este último dijo:
- Mañana vendré con con mis patas en una camioneta de lunas polarizadas, donde meteré a ese gordo Samuel que nos hizo la boleta, a Elton que supongo es el que maneja la red de mafiosos respecto a los autos en el que practicamos. y a ese Fer
- A ese Fer le metemos granada – yo me encargo de traerlas, manifestó la chica Boom.
- Y tu científico y lee que harán
Lee dijo, viendo su sueño del brevete derrumbarse
- Yo saliendo los filmo y los tomo fotos
- Y yo los meto puñete dentro de la camioneta de lunas polarizadas – expreso muy seguro Científico.
De pronto llego el amigo Maquina muy sonriente y saltando en un solo pie de alegría y nos manifestó con cálida sonrisa ¡Tengo el brevete!, ¡No nos han engañado!, ¡Son firme!, aurita mismo voy a llamar a Fer para agradecerle.
La tropa liderada por Cachaco, se vio confundida.
- Quizá no nos han mentido, y a ese Kako lo jalaron por estúpido, ¿Cómo se va pasar de la ruta A a la B – expresó cachaco al grupo.
- Si yo fuese tramitador, lo negaría el brevete por imbécil – manifestó airado, Lee
- Ven chicos, todavía hay esperanza, dijo chica Boom.
- Si será Kako de estúpido ¿cómo se va pasar de la ruta A la B? – expresó refunfuñando, científico.
La tropa felicito a Maquina que después de pedirle el numero móvil a chica Boom, se retiro dando brincos mismo bailarín de ballet.

Cabe explicar que el chico maquina, había pagado 250 soles a los tramitadores, aparte había rezado un día antes del examen, a todos los santos para que le concedan la gracia de no equivocarse en la ruta del circuito del touring, para de esa manera obtener el brevete y poder subir de nivel en la fábrica de maquinas motorizadas, en el que trabajaba.

Chica Boom, cachacho, científico y Lee enseñaron al recepcionista de un modulo de atestado, la documentación solicitada: certificado médico de evaluación psicosomática, el carnet de exámenes en donde tenían un sello de aprobación en la prueba de reglas de manejo.

Luego se dirigieron muy seguros al modulo de alquiler de auto. Todos pidieron automático. Y se sentaron a esperar a que se les llame.

Llamaron a chica Boom para que aborde un carro. Ella volteo a ver a sus amigos y les dijo deséenme suerte

- ¡Suerte, chica Boom! – repitió en coro la tropa de Cachaco

Subió al carro, puso el automático en D, piso acelerador y arranco para enfrentarse a la truculenta pista del circuito.

Una hora más tarde – después de recorrer la pista del Touring -  los tres jóvenes vieron, de pronto, muy alegre a chica Boom que les manifestó entusiasta.

-  ¡chicos!, ¡chicos!, ¡chicos!, estoy apta para manejar. Tengo la licencia. Y eso que me equivoque en algunas cosas. Así que ustedes también lo tendrán.

- Mas les vale a los tramitadores – dijo Cachaco –sino me los calzo.

Científico conto al grupo que se había equivocado en el estacionamiento paralelo, que no había prendido en algunas curvas la direccional, pero que sus errores fueron mínimos.

Lee también expreso su equivocación al no hacer caso al veedor cuando le dijo que salga del estacionamiento paralelo, y que salió muy rápido del estacionamiento diagonal.

Cachaco dijo que había ingresado mal al estacionamiento diagonal y que se había olvidado de prender la direccional en una curva.

Todos estaban muy nerviosos, incluyendo a la gente que esperaba el resultado de sus exámenes. Todos temblaban como gelatinas humanas. Como si viviesen un temblor de 3 grados en la escala de Richter. Como si todos tuvieses principios de Parkinson.

Un maloliente y cachetón hombre, encargados de brindar el resultado del examen de manejo, comenzó a llamar a cada uno de los participantes.

Mientras iban recibiendo la noticia, algunas personas brincaban de felicidad hasta el techo del establecimiento, otros se desmayaban de la pena, una mujer muy loca al saber que fue desaprobada por decima vez, saco una pistola y se dio un tiro en la sien, los encargados de limpieza la barrieron y la dejaron en la calle, otro comenzó a reírse de la emoción y murió ahogado por su risa, en su carnet decía: NO APTO, le toco el turno a Científico quien camino lentamente, dio dos vueltas histriónicas, puso sus lentes en el carnet de examen y al ver su desaprobación, quiso correr a la pista del circuito para chocarse con uno de los autos de prueba, pero Cachaco lo agarro del cuello y le dijo: “Quieto man, todavía no tengo mi resultado”. Llamaron a Lee que estaba muy pero muy nervioso y todo tembleque camino hacia el maloliente y cachetón hombre que le dijo: “No sé como, tú, pero estas aprobado”, Hazañero, lleno de alegre emoción corrió y dio un sonoro beso en el cuello de chica Boom en medio de toda la gente que aplaudió su osadía.  Luego le toco el turno a cachaco que fue marchando a recibir su resultado, se detuvo frente al maloliente y cachetón hombre y le dijo: “No me digas nada, aprobé ¿verdad?”, pero la respuesta fue contraria ¡desaprobado!, entonces Cachaco de manera lenta pero precisa lanzo un tremendo puñetazo al cachete derecho del hombre gordo Y maloliente que cayó patas arriba, y todos los que habían salido jalado en el examen de manejo, corrieron a patear al hombre cachetón.

-  Es una manera de desquiciarse – dijo chica Boom – frente a un resultado por demás injusto.
-  Es una buena forma de botar la rabia – expreso Lee.

Cachaco y Científico salieron muy iracundos del Tourin y automóvil club del Perú, atrás de ellos iba chica Boom y Lee, y más atrás todos los desaprobados. Iban en busca de Fer y su mancha de charlatanes y mentirosos. Iban en busca de Samuel y su banda de tramitadores y de Elton y su mafia de tramposos instructores.

A lo lejos se divisaba a Samuel. Estaba sentado en una vieja silla, tomando una siesta. Cachaco lo despertó y le argumento:
- Oye gordo onazo, así que nos has hecho el cuentazo. Nos han hecho madrugar, nos han traído en un carro, nos han prometido el brevete, nos han hecho practicar ¿Y la ayuda? ¿Y la promesa de que obtendríamos pase lo que pase la licencia? ¡Donde esta!, ¡Donde!
El grupo de hombres engañados, victimizados y de ánimos exaltados comenzó a gritar al unisonó.
¡Robémosle!
¡Patadas y puñetes al delincuente!
¡ bullying!
Samuel entendió que su vida estaba en peligro. Que fácilmente lo podrían desinflar. Eran demasiados. Entonces con lágrimas en los ojos miro a todos y dijo:
- Mañana vengan todos, si todos, todos, mañana, y solo vengan a recoger su licencia de conducir. Ya tenemos sus datos. Les llamare en la tarde para confirmarles. Y después ya no vuelvan más. Mañana todos tendrán su brevete
- Mas te vale que sea cierto, bola de grasa – le amenazo cachaco – sino lo lamentaras por el resto de tu vida. .
Cachaco volteo para irse, luego volteo súbitamente y miro fijamente a Samuel y lanzo un duro puñete en la pared. El cemento comenzó a caer en cámara lenta.
- Mañana tendrán su brevete, repito mañana tendrán su brevete – expresó en medio de un gran nerviosismo Samuel.

La recua de jóvenes comenzó a dispersarse por diversos rincones de CONCHAN, mascullando entre dientes la rabia de no tener la licencia de conducir.

¡Ahora que diremos a nuestros viejos o familiares!;
Además por haber sido víctimas de viles tramitadores
¡Como pudimos caer en tamaño engaño!, se repetían una y otra vez.
Científico abrazo a chica Boom, y le dijo: “Ojala te vuelva a ver en un futuro, no muy lejano”. Ella respondió: “Ojala tengas pronto tu brevete”.
Lee le dio la mano a Cachaco como señal de despedida, y prometió escribir el drama que les toco vivir, en su lucha por el brevete, “Quizá lo haga más breve, y más exagerada”, puntualizo.

Cachaco abrazo afectuosamente a todos sus amigos y les dijo casi susurrando “Nunca confíen en lo primero que los dicen, puede que sea mentira, si o no Lee, Científico y Chica Boom”. Todos asintieron.

Cayó la tarde y con ella corrió un suave viento que refresco los corazones de la tropa. “nunca NADIE DEBE PERDER LA ESPERANZA, EL OPTIMISMO y las EXPERIENCIAS QUE SE VIVE EN LA AMISTAD”, se escucho, de pronto en un cielo oscuro pero hermoso y apacible.  



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